La chance de que la NBA pueda terminar la temporada a raíz de la pandemia del COVID-19 cada vez aparece más distante, más allá que no se tomarán definiciones hasta mayo próximo. El primer dato surge de la decisión de las diferentes ligas deportivas estadounidenses, incluso la NBA, de seguir las indicaciones de la autoridad…
La chance de que la NBA pueda terminar la temporada a raíz de la pandemia del COVID-19 cada vez aparece más distante, más allá que no se tomarán definiciones hasta mayo próximo.
El primer dato surge de la decisión de las diferentes ligas deportivas estadounidenses, incluso la NBA, de seguir las indicaciones de la autoridad sanitaria (Departamento de Salud). Eso echó por tierra con la intención de jugar a puertas cerradas o de trasladar los juegos a una ciudad.
El HSS (Departamento de Salud) descartó espectáculos públicos por todo mayo y el presidente Donald Trump días pasados tras una videoconferencia con los Comisionados Deportivos les anticipó de que el público en los estadios recién podría autorizarse para agosto o septiembre. Desde ya que la NBA no tiene previsto esperar hasta ese momento y deberá definirse antes.
Las pérdidas que tendrá la liga serán importantes, se siga o no. Por eso las últimas medidas de la NBA estuvieron encaminadas a conseguir que éstas sean lo menor posible. El primer paso lo dio rebajando los sueldos a gerentes. El segundo fue reducir también el salario de jugadores.
Para ello entró en negociaciones con la NBPA (Sindicato de Jugadores) y aplicar la cláusula que establece el Convenio Colectivo que por cada partido cancelado «por razones de fuerza mayor» (como guerras, pandemias, catástrofes naturales, etc) retendrá el 1.08% del salario pendiente.
Si bien en primera instancia la NBA pretendió negociar una cifra global y arrojó sobre la mesa un número del 50%, los jugadores sólo aceptaron la reducción del Convenio, que en el caso de las principales figuras determinará una poda que oscilará entre un 20% y 25%.
Pese a que no se hizo público todo indica que el punto de partida del acuerdo entre las partes se dio este jueves cuando la NBA aceptó pagar el sueldo completo hasta el día 30 de abril (la liga se suspendió el 11 de marzo) y a partir de allí activar la reducción en cuestión para una cantidad entre quince a veinte partidos por cancelar. Como en general los jugadores perciben sus salarios quincenalmente la retención regirá con los pagos desde el 15 de mayo en adelante.
Mientras la NBA espera una solución mágica que le posibilite cambiar la tendencia y reactivar la temporada no faltan opiniones de sanitaristas que aseguran que gran parte del año deportivo en EE.UU -uno de los países más afectados por el virus- va camino a perderse definitivamente.