La serie “The Last Dance”, el documental que terminó de proyectarse horas atrás alrededor de la legendaria vida, figura y carrera de Michael Jordan, levantó polémicas en varios de sus ex compañeros de equipo y así como recibió críticas favorables tampoco faltaron las negativas. El filme, que abarcó 10 capítulos y fue visto por 24…
La serie “The Last Dance”, el documental que terminó de proyectarse horas atrás alrededor de la legendaria vida, figura y carrera de Michael Jordan, levantó polémicas en varios de sus ex compañeros de equipo y así como recibió críticas favorables tampoco faltaron las negativas.
El filme, que abarcó 10 capítulos y fue visto por 24 millones de personas, se refirió a la última campaña de Jordan en Chicago Bulls en búsqueda de su sexto anillo y a través de anécdotas, alegrías, lágrimas, intimidad y controversias, terminó con el título en 1998 ante Utah Jazz.
La película exaltó de manera egocéntrica la figura de Jordan, considerado por la mayoría como el mejor jugador de toda la historia. De todas formas, no parece haber sido eso lo que molestó a muchos sino algunas referencias sobre ex compañeros y el entrenador Phil Jackson, quienes consideraron que se pudo lograr una película sobre su vida y sin dañar a los demás.
En uno de los primeros capítulos Jordan comentó que sus comienzos en los Bulls sirvieron para corregir un plantel caracterizado por la parranda, drogas y mujeres, es decir Jordan fue presentado como el diferente y quien representaba el orden. En tal sentido uno de los que salió a criticarlo fue Craig Hodges. “Los jugadores de la NBA somos una fraternidad, entonces ver el primer capítulo y que él hable de circo de la cocaína me molestó. Me molestó porque estaba pensando en los que estuvieron en el equipo y hoy tienen que explicarle a sus familias…”, dijo. En otra parte de sus observaciones Hodges comentó “Todos fueron entrevistados, menos yo”.
Más directo fue el ex pivote Horace Grant. “Lo que dijo Jordan es una mentira, si me guardaba rencor, resolvámoslo como hombres o podemos resolverlo hoy mismo de otra manera”.
Pero las críticas no sólo se limitaron a las presuntas infidencias sino además por infravalorar a sus compañeros. Para muchos los Bulls no hubiesen sido tales sin Jordan pero tampoco sin Scottie Pippen. Y en ese sentido para algunos analistas fueron escasas las referencias de la película sobre su figura y las pocas apuntaron a conflictos como cuando desplantó a Jackson.
Los rivales de Jordan tampoco se caracterizaron por los elogios. Karl Malone, integrante de los Utah Jazz, se negó a ser entrevistado por el director Jason Hehir. “Ahora soy un hombre viejo y acepto la responsabilidad de no haber ganado. Estábamos jugando contra los Chicago Bulls, que por cierto no eran sólo Michael Jordan. Tengo un gran respeto por él. Todo el mundo dice que era un muy mal hombre. Pero les voy a decir otra cosa. Yo también era un hijo de p…”.
No obstante, la miniserie también tuvo a varios defensores. Para éstos Jordan fue representado “tal como era”, un héroe arrogante, no falto de miserias a su alrededor y con problemas por las apuestas. Hipercompetitivo, por momentos tirano por cómo exigía a los demás y al que no le importaba mucho si para llegar a ser el «1» necesitaba pisar varias cabezas en su camino.
Jordan no fue ni Dios ni el Anticristo, sino un ser humano con virtudes y defectos. En función de cómo fueron tratados en la película eso hizo que algunos la alaben y otros la defenestren.
“The Last Dance” comenzó a rodarse a principios de 2018 y estaba prevista ser presentada en junio de este año, una vez que finalizara la temporada de la NBA. Sin embargo, al suspenderse la liga por la pandemia de coronavirus, Jordan y los productores consideraron que el receso forzado era un muy buen momento para ponerla en la pantalla y centrar todas las miradas. Los hechos les dieron la razón y evidentemente las polémicas fueron su mejor propaganda.